ISCO: La nueva estrella del madridismo.
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El sábado pasado estuve en la comunidad valenciana para vivir un encuentro entre David y Goliat, Olimpic de Xativa y Real Madrid se enfrentaban en la Copa de Su Majestad el Rey.
Todo hacía presagiar que sería una salida incómoda para el Real Madrid dadas las condiciones que rodeaban el partido: Césped artificial y escasa iluminación.
Sin embargo es en este tipo de noches, con condiciones adversas, en las cuales aprendemos un sinfín de cosas nuevas.
Era el día y lugares propicios para comprobar el famoso talante del futbolista.
En este sentido me gustó mucho Illarramendi por su facilidad para entender el juego, perdiendo muy pocos balones y jugando un fútbol sencillo pero puestos a resaltar actuaciones individuales cabe destacar, por encima del resto, la figura de Isco.
Cuando el Real Madrid necesitaba creatividad el joven malagueño dotó con ese aire de magia a la medular merengue. Pedía el balón continuamente aún encontrándose siempre en desventaja numérica.
Me gustaría que valoraran lo difícil que es ser creativo en esas condiciones, rodeado de futbolistas del equipo contrario que tienen como principal misión destruir tu juego.
Muchas veces ensalzamos términos tales como: “hay que dejarse la piel en la cancha”, “hay que sudar sangre”, “hay que comerse el campo…”
Sin embargo, lo que pocas veces pensamos es que destruir el juego o correr mucho lo puede hacer cualquier persona sin necesidad de que sea, ni tan siquiera, un futbolista.
Es mucho más sencillo destruir juego que crearlo.
Hemos visto que Isco es capaz de inventar juego con el Málaga, España Sub-21, con el propio Real Madrid en el Santiago Bernabéu pero el sábado pasado demostró que también es capaz de hacerlo en Xativa con condiciones realmente complicadas.
Es cierto que Isco tiene alguna carencia defensiva pero en mi opinión este hándicap es insignificante en comparación con lo que es capaz de crear sobre un terreno de juego.
Créanme amigos.
Isco es un futbolista que pide paso y que tiene todas las agallas y coraje del mundo para convertirse en ese futbolista que tanto anhela el Real Madrid.
Michael Robinson.
