FC Barcelona 4 – 0 AC Milán: Jamás volveré a dudar de ellos…

Published:

 

…Lo juro.

por César Labrandero

Siendo absolutamente sincero con todos ustedes debo decirles que – minutos antes de que el balón comenzara a rodar por el verde del Camp Nou – era uno más de esos miles de incrédulos, escépticos y recelosos que desconfiaban de una posible remontada culé ante el conjunto rossonero en Champions.

Me parecía misión imposible remontar un 2-0 ante una escuadra italiana pertrechada en campo propio, con velas replegadas y esperando que cayeran los minutos haciendo lo que mejor saben hacer: Defender.

Con el pitido inicial se enterraban para siempre todas las dudas y aquellas palabras de Gerard Piqué, en rueda de prensa previa al encuentro, cobraban inmediatamente todo su sentido: “Tengo la sensación de que podemos hacerlo, creo honestamente que hay equipo talento y plantilla para pasar”.

Y así, con la moral intacta y la confianza por la nubes, el Barça bailaba a ritmo de vigorosa sardana mientras que sus ilustres invitados italianos solo podían hacer de meros espectadores en lugar privilegiado.

Hay quien argumenta que la aportación de David Villa al encuentro de anoche fue algo exigua y carente de todo el peso que debiera tener un jugador de su envergadura futbolística.

Discúlpenme por el improperio pero están ustedes equivocados.

Con el guaje en punta de lanza fijando a los centrales se libera a Messi para que haga y deshaga a su total antojo participando en el juego colectivo del equipo y llegando desde segunda línea al área rival.

No seré yo quien descubra América ni el precursor de ninguna teoría irrefutable capaz de explicar cómo y por qué Leo Messi es capaz de todo cuando se encuentra con un balón en los pies encerrado en un terreno de juego.

Así, sin poder responderles acerca del misterio que esconde Messi, no me queda otra opción más que subirme al carro de la opinión simplista y cada vez más generalizada entre todos los críticos del deporte rey:

Es el mejor jugador del mundo.

Tiempos en los cuales la desesperación y frustración son elemento común en toda la sociedad hay veces que simplemente debemos permitirnos el lujo de querer soñar porque, como diría una gran amiga mía, los deseos, en ocasiones, se hacen realidad.

César Labrandero.

Publicaciones destacadas