Cómo jugar

Cómo jugar al póker

En todas las variantes del póker existe un elemento común: las rondas de apuestas. Antes de que un jugador pueda mostrar sus cartas y reclamar el bote, debe igualar las apuestas realizadas por los demás. Aunque el número de rondas varía según la modalidad, el desarrollo de cada una sigue un patrón muy parecido.

Una ronda típica de apuestas

En una ronda estándar, el bote ya contiene fichas provenientes de apuestas previas. Según las reglas de la variante, se determina quién comienza apostando. Luego, el turno avanza en sentido contrario a las agujas del reloj por toda la mesa.

Opciones durante tu turno

Cuando llega tu momento de actuar, tienes varias alternativas:

  • Pasar: Dejar tus cartas y renunciar al bote.
  • Reservarse: No apostar nada y ceder el turno (sólo posible si nadie ha apostado aún).
  • Igualar: Colocar la misma cantidad que la apuesta anterior.
  • Aumentar: Apostar más que la cantidad ya establecida.

Ejemplo: si un jugador apuesta 1€, puedes igualar con 1€ o subir con una cantidad mayor.

Final de la ronda

La ronda termina cuando todos los jugadores han igualado la misma cantidad o han abandonado. Si no es la última ronda, se reparten nuevas cartas; si lo es, los jugadores que queden muestran sus manos para determinar al ganador, lo que se denomina recuento.

Ganar sin mostrar cartas

Si apuestas o subes y los demás se retiran, te llevas el bote sin necesidad de enseñar tu mano. Este factor convierte al farol en una estrategia clave del póker, aunque no se usa tan a menudo como muchos creen.

La primera ronda de apuestas

La primera ronda tiene características particulares, ya que algunos jugadores deben realizar apuestas obligatorias para generar un bote inicial.

Apuestas forzosas o antes

El ante es una apuesta que todos los jugadores colocan antes de repartir las cartas, generalmente alrededor del 10 % de la apuesta mínima. Tras ello, se reparten las cartas y empieza la ronda de apuestas, siguiendo el orden establecido por la variante.

Apuestas ciegas o blinds

En lugar de los antes, en muchas variantes se utilizan las ciegas. Normalmente, los dos jugadores a la izquierda del repartidor colocan una apuesta: la ciega pequeña y la ciega grande. Estas apuestas se consideran activas y cuentan como parte de la primera ronda.

El jugador situado a la izquierda de la ciega grande abre la ronda de apuestas. No puede reservarse, pero puede igualar o subir la ciega grande.

Particularidades de la ciega chica

Si ocupas la posición de la ciega pequeña, puedes retirarte, igualar o aumentar. Al haber puesto ya una parte de la apuesta, igualar resulta más económico.

Particularidades de la ciega grande

Como ciega grande, también puedes retirarte, igualar o aumentar. Sin embargo, si nadie aumenta tu apuesta inicial, tienes la opción de reservarte, lo que distingue esta posición de las demás.

El recuento de cartas

Cuando más de un jugador sigue en la partida tras la última ronda, se procede al recuento. El primero en mostrar sus cartas es aquel que realizó la última apuesta que fue igualada por los demás.

Ejemplo: si un jugador apuesta 5€, otro pasa y un tercero iguala, el primero debe mostrar sus cartas antes que los demás.

No mostrar al perder

Si un rival enseña una mano superior a la tuya durante el recuento, no estás obligado a mostrar tus cartas.

Faroles y victorias sin mano

Una de las características más emocionantes del póker es ganar un bote sin necesidad de enseñar cartas. Apostar o subir puede hacer que todos tus rivales se retiren, lo que convierte al farol en una herramienta estratégica esencial dentro del juego.